DANIEL MATUL |
La luna
La luna asciende
por la escalera del tiempo. El tiempo la sostiene sobre sus muros y nosotros
hacemos casas y calles en los predios que el tiempo nos da. A mí también me
gusta subir a las escaleras y ver lo que hay al otro lado del mar. A la luna le
gusta ver lo que hay detrás de mi corazón. El tiempo no da concesiones por eso
no tengo una escalera para subir a sus hombros y ver lo que hay detrás de sus
tapias. La luna y el tiempo hacen el amor en los predios donde las casas crecen
y los árboles disminuyen. El bosque salado nació de un beso de ambos, pero
nosotros lo talamos. Hacemos fuego y casas con besos de ellos. La luna se
retira; pero el tiempo no. El mar también tiene escaleras, pero no es fácil
nadar en sus peldaños. A veces el mar entrega sus besos y por eso la marea es
alta. La marea alta, entonces es una ocasión para el beso y viene con olas, con
aves y bocas donde la sal se mezcla con el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario