JOSE ANTONIO ARANA |
MANOS
INCONCLUSAS
José
Antonio Arana
Manos llenas
de acantilados
así me
quedaron luego de edificar
catedrales y
cuarteles
para mis
depredadores,
ahora
moro
en cualquier arrabal sin plusvalía.
Busco tus huesos para
extráeles ADN
y ver si
eres hijo de la patria
y por lo
mismo, hermana de mis versos.
Samaritana: dadme a beber las
lágrimas
del manantial de tus
ojos.
Soy nadie
en mi patria
que sólo
fue nuestra
cuando la
habitaron los dinosaurios,
de ahí
para acá, todo es cianuro.
La llegada
de las carabelas
fue el punto de partida de las invasiones
y no se
detienen con oficios religiosos
ni
pastorelas, ni uranio enriquecido.
SINCRETISMO
ResponderEliminarSiento la voz del viento
acariciar mis sueños
canta en mi cándido silencio
rondallas y obeliscos.
Salta a la luz prefacio intermitente
doblego mi oración a su armonía
fui mar loable, de célibe albedrío
surgí a la luz copado de luceros.
La atmósfera del fuego me levanta
me nutre el paladar de parabienes
soy fármaco de paz gen sugestivo
insulso varón de cándida armonía.